“lobo tranquilo”
nos dejó encontrarte
allí estuvimos
con el alma en el agua
y el corazón en tierra
desgarramos la bruma
con la amistad como gaviotas
y vestimos de fiestas nuestras alas
cada una
“en el barco de piedra”
desnudó y agradeció sus soledades
un albergue de amor
nos entibió mansamente los suspiros
y el aroma a sal colaboró con los hechizos
se durmió la noche
éramos seis entre sus párpados
el rocío
sutil
nos iba bautizando.
Bello y sutil poema.
ResponderEliminarSaludos.